Mediometraje (dura 38 minutos) del director francés J. Renoir, sobre una visita al campo que hace un grupo, y el cruce entre una joven hija que fue y un muchacho que se encontraba en el lugar.
Chiquito aunque bonito film. Veamos. Hay lugares y situaciones que ayudan a uno a sentirse bien, estimulado, más propenso a vivir y disfrutar, interrelacionarse, atraer y dejarse atraer: como cierta magia. Incluso más, cuando coinciden las personas y los momentos, pueden dejar rastro. El director, con recursos valídos (la música, el guión, la recreación de situaciones) crean esa percepción de que todo es posible.
Positiva experiencia, 7/10.
12 enero 2009
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